martes, 28 de marzo de 2017

EJERCICIO FISICO Y DIABETES

En la promoción de la salud, la actividad física o ejercicio físico es una de las medidas que contribuyen en gran medida a mejorar la esperanza y la calidad de vida de la población. El modo de vida actual , la tecnología no sva llevando hacia una vida mas sednetaria desde edades tempranas, donde el ejercicio físico es solo aprendió en escuelas y colegios, después de esta etapa existe el olvido y de echo con eso conlleva a sobrevenir las enfermedades.

 La diabetes es una de las afecciones que pueden beneficiarse de una actividad física adecuada, ayudando a reducir la dosis de hipoglucemiantes, mejorando las condiciones cardiovasculares, reduciendo el peso. La prescripción de ejercicio físico no es igual en todos los grupos de pacientes, dependerá de la edad, del sexo, de las preferencias y enfermedades de base existentes
Es importante realizar una valoración médica antes de iniciar el programa, así como una apropiada revisión médico-deportiva.

«Hay un ejercicio físico correcto y aconsejado para cada uno»
Cualquier tipo de actividad física ha de estar relacionada con la edad, el sexo, la fisiología y los antecedentes patológicos. A los pacientes afectados de hipertensión arterial, cardiopatías, diabetes, estrés u osteoporosis, se debe prescribir actividad física regular y pautarla como agente terapéutico.

Recomendaciones para realizar actividad física en pacientes diabeticos

1. Tipo de actividad. Las más aconsejables son las dinámicas, con la participación de grandes grupos musculares, y aeróbicas, es decir, sin déficit de oxígeno (se puede mantener una charla mientras se realizan, como correr despacio, caminar, nadar, bicicleta,
etc.). Es aconsejable realizar por lo menos 30 minutos diarios o 150 minutos semanales.
2. Intensidad de ejercicio: debe ser individualizada para cada persona y ha de ser sufíciente para proporcionar una mejora, pero sin cansar demasiado (50-60% del consumo máximo de oxígeno).
3. Duración del ejercicio, de 30 y 60 minutos, continuo o intermitente.
4. La frecuencia debe ser de 3 a 5 días por semana.
5. Se ha de programar una progresión correcta según el nivel de cada persona.
Para maximizar la seguridad del programa de entrenamiento y para evitar eventos hipo glucémicos, idealmente se debería monitorear la glucosa sanguínea antes, durante y después del ejercicio -mínimo las primeras semanas de entrenamiento
Al igual que en cualquier programa de ejercicio, se debe discontinuar con el entrenamiento si se produce algún síntoma adverso durante o como resultado del ejercicio.
Para optimizar el control glucémico agudo y crónico debe haber un alto grado de cooperación entre el profesional del ejercicio, el médico de cabecera y el nutricionista

“Existe alrededor de 15 millones de personas con Diabetes Mellitus en Latinoamérica y esta cifra llegará a 20 millones en 10 años, mucho más de lo esperado por el simple incremento poblacional. La prevalencia en zonas urbanas oscila entre 7 y 8%, mientras en las zonas rurales es apenas del 1 al 2%. (Asociación Latinoamericana de la Diabetes)”



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